lunes, 23 de septiembre de 2013

Lo que nos define como humanos es la comunicación sofisticada que logramos construir con años de evolución biológica. Nuestra fortaleza fue el lenguaje y aún ahora, 100.000 años después, seguimos desarrollando la técnica. Con la escritura rompimos ciertas barreras físicas, pero hoy estamos desarrollando tecnologías que incluso rompen las barreras de la imaginación. Hemos hecho artefactos que nos atrevemos a llamar inteligentes como, por ejemplo, los teléfonos. Sobre el poder de la comunicación se construyó la cultura y llegamos a los teléfonos inteligentes (smartphones). Con estos teléfonos estamos construyendo nuevas formas de cultura. He ahí un contexto en el que podemos valorar el potencial de estas nuevas tecnologías, pues son desarrollos sobre ese mecanismo de comunicación vital para la humanidad. Veámoslo, entonces, en un terreno acaso superficial, pero muy importante para el mundo moderno: las compras.

Las aplicaciones móviles vienen a satisfacer una necesidad natural del hombre, la comunicación. Una mala estrategia evolutiva, en el ámbito empresarial, sería no explotar su potencial de mercadeo.

Damos por sentamos, pues, el valor indiscutible de la comunicación. Vemos como ella brota en todos los rincones que las nuevas tecnologías le posibilitan. Los usuarios están hablando todo el tiempo; hablan en redes sociales, hablan en foros, escriben en sus blogs, comentan videos, hacen revisiones de productos y un largo etcétera de la voz incansable de los internautas. «¿Qué tal funciona la bicicleta estática de tal compañía?», pregunta un usuario con intenciones de compra. Aquellas voces responden. La pregunta para el empresario que no quiere extinguirse como un dinosaurio es, pues, ¿estás allí para responder y acompañar las inquietudes de tus potenciales clientes?

Algunos empresarios pueden temerle a los comentarios negativos sobre sus productos. Pero, por el contrario, darles un espacio en su propia aplicación móvil proyecta la imagen de una empresa preocupada por la satisfacción de sus compradores.

Es un hecho ineludible que las personas, apoyadas en las nuevas tecnologías para la comunicación, buscan cada vez más y mejor información antes de tomar sus decisiones de compra. Este comportamiento del consumidor del nuevo milenio es, entonces, un factor que actúa a manera de criterio de selección natural. Sobrevivirán las empresas que, adaptadas a las nuevas tecnologías, por ejemplo, con una aplicación móvil, sepan aprovechar este criterio para expandir el poder de su marca al entorno digital.
Un turista es una persona que necesita tener a su disposición información relevante en el momento oportuno, en el lugar indicado. Dónde hospedarse, dónde y qué comer, qué lugares debería visitar, qué monumentos podría encontrar, cuál es la mejor fiesta de la ciudad, en definitiva, qué tesoros perseguir. Éstas y otras inquietudes semejantes lleva un viajero consigo, siempre. En este contexto, la guía turística fue un producto ingenioso que surgió en el mundo árabe medieval, de alquimistas y cazadores de tesoros, para ayudar a los viajeros en tierras extranjeras. Un producto ingenioso, sí, pero, en efecto, medieval. Para nosotros, en el segundo milenio de nuestra era, las nuevas tecnologías de la comunicación han superado las limitaciones del papel y de los buenos consejos que se volvían letra muerta, insensible a los cambios en el tiempo y el lugar. Hoy, en la industria del turismo, los viajeros no quieren acomodarse a las recomendaciones escritas en piedra por un grupo definido de personas. Son las guías turísticas las que deben acomodarse a ellos y esto, por supuesto, es posible gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación, especialmente, es la ayuda que prestan las aplicaciones móviles para dispositivos portátiles, como las tablets y los teléfonos inteligentes (smartphones).

Las aplicaciones móviles brindan un servicio integral para la industria del turismo: ofrecen información sensible al tiempo y el lugar a la vez que permiten realizar acciones como reservas y compras en línea.

Junto a una foto, aceptable en términos de color, solía aparecer un número telefónico que los hijos dictaban a sus padres, mientras ellos daban interminables giros de dedo índice tratando de marcar ese número. Hablar con una recepcionista, esperar verificación, recibir un número de cuenta, ir al banco… una lista interminable de pasos constituían el camino entre la decisión de tomar unas vacaciones y dejar todo definido, listos para sentarse y disfrutar. Hoy, las imágenes que aparecen en las pantallas de los dispositivos móviles nos seducen con sus colores que, a veces, superan la realidad. Nos dejan allí, absortos ante su belleza, y nosotros sólo tenemos que dar un suave golpe con el pulgar, acaso registrar uno o dos datos, y listo. El proceso ha terminado. Con una aplicación móvil podemos obtener toda la información relevante y definir los detalles que harán realidad nuestros sueños turísticos.

Nuevos aires ponen en marcha la industria del turismo: las nuevas tecnologías y las aplicaciones móviles. Los viajeros son más exigentes, quieren más comodidad, y las empresas ya tienen cómo satisfacerlos actualizando sus procesos con esta tecnología.

Cuando queremos viajar, pocas veces consideramos otra opción. La alternativa madre siempre es consultarlo con Google. Adónde ir, qué hacer, qué comer, qué ver, cómo interactuar. Y muy importante: dónde hospedarse. Resolver el asunto del techo es vital para muchos viajeros y, con Internet, es una tarea muy sencilla. Pero la tendencia ahora es hacia las aplicaciones móviles. Así lo dicen los titulares: «uno de cada cuatro internautas que reserva un viaje, lo hace a través de su smartphone». El potencial de las aplicaciones móviles ya lo está haciendo, está haciendo evolucionar la industria del turismo.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Las nuevas tecnologías han reconfigurado el panorama del marketing empresarial. Los clientes ya dejaron de ser ese receptor pasivo que es bombardeado por estímulos publicitarios. Hoy, las personas quieren obtener algún beneficio de la comunicación empresarial. Esto va desde una pieza publicitaria para compartir en las redes sociales, hasta una aplicación móvil que permita reservar una cuarto de hotel o modificar una cita con el dentista.

Con la nueva tecnología de las aplicaciones móviles toda la información relevante de tu empresa va siempre en la mano de tus clientes

Esto es lo que esperan los consumidores del nuevo milenio: tener al alcance de un movimiento del pulgar información completa y actualizada sobre sus intereses. Y esperan aun más, esperan que la información sea relevante para el momento y el lugar en que hacen su consulta. Cuando salen de sus oficinas quieren saber qué restaurantes hay cerca. Muchas aplicaciones genéricas pueden hacer esto. Pero ¿qué tal si tu aplicación móvil no sólo dice cuán cerca está tu restaurante sino que anuncia el especial del día, acaso las promociones, y además da información detallada del menú? ¿Qué tal si alguien puede comprobar, con los comentarios que dejan tus clientes, que el especial del día es realmente especial? He ahí algunos de los pocos valores adicionales que las nuevas tecnologías aportan a la comunicación empresarial. Entonces, ¿cómo actualizar las viejas técnicas de mercadeo?

El mercadeo digital se vale, en gran parte, de un viejo y efectivo método de comunicación: las recomendaciones entre conocidos.

Según la conocida hipótesis de los seis grados de separación, del escritor húngaro Frigyes Karinthy, podríamos afirmar que tú estás a cinco personas de Barack Obama... y de cualquier otra persona del mundo. Así que, en teoría, bastaría con que una cadena específica de 5 personas compartiera la aplicación de tu empresa para que Obama estuviera viendo, en su celular, ese plato especial que prepararás para el día de las madres. La aplicación móvil de tu empresa puede llegar a cualquier persona con una opción muy sencilla, conocida por todos. Esta opción es el botón «compartir» incluido en todas las aplicaciones para celulares y, en general, para dispositivos móviles. Ahora, podrías desconfiar de la efectividad del viejo y conocido «voz a voz», pero dicen los expertos que es un medio para transmitir la información 30 veces más efectivo que la publicidad tradicional. 

En todo caso, el punto de esta nota era recordarte que antes de que las personas se acerquen hasta ti a buscar información, las aplicaciones móviles permiten que la información esté siempre con ellos. Éste es uno de los tantos valores que las nuevas tecnologías han venido a sembrar en la comunicación empresarial y en el mercadeo digital.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Momento cero de la verdad, momento cero de la verdad. Dicho así, como un mantra que se repite el empresario de una mipyme, el momento cero de la verdad es ahora un punto decisivo del marketing. Por su nombre en inglés, es abreviado como ZMOT: Zero Moment Of Truth. Se basa en esta verdad nueva e ineludible: los clientes habitan en Internet 24 horas al día, 7 días a la semana. Esto ha cambiado drásticamente las estrategias de mercadeo y es por ello que debe ser repetido como un mantra para invocar el éxito empresarial.

Si un usuario no te encuentra en Internet es como si no encontrara a nadie tras el mostrador de tu negocio. El momento cero de la verdad exige que estés allí presente.

Pongámoslo en cifras: Colombia ocupa el puesto número 22 en la lista de países de mayor cantidad de usuarios de Internet, pues la mitad del pueblo colombiano es internauta; los ciudadanos conectados a la red, en este país, se incrementaron en un 16,5% entre el 2012 y el 2013 y se espera que el porcentaje de crecimiento sea aun mayor. Pero acá viene el dato más interesante: cerca del 40% del acceso a Internet es a través de dispositivos móviles. En los últimos meses, se ha registrado que alrededor de 16 millones de personas ingresan a Internet móvil por demanda. Y las cifras siguen en aumento. En términos llanos: en nuestro país, mucha, muchísima gente accede a Internet a través de su dispositivo móvil. Es especialmente allí cuando los empresarios se enfrentan con el momento cero de la verdad.

El momento cero de la verdad es aquel momento en que se define si estás preparado para satisfacer las exigencias de un mundo de clientes que ahora navega en olas digitales.

Lo dicen las cifras: tus clientes potenciales se están conectando a Internet 24 horas al día, 7 días a la semana, a través de sus dispositivos móviles. Es por eso que los nuevos gurús del marketing están volcando sus investigaciones hacia el momento cero de la verdad. 

Entendámoslo así: piensa que vas a tomar un café a un centro comercial. Te encuentras allí sin la intención de comprar algo más, sólo quieres satisfacer tus deseos de cafeína. Pero he ahí que te topas con unos zapatos seductores, de aspecto cómodo y elegante, a un costo moderado. El problema es que jamás has escuchado nombrar a su fabricante. Es cuando sacas tu celular del bolsillo y googleas esta marca, la buscas en Internet. ¿Cómo podría ser diferente?, hoy por hoy, toda la información relevante se encuentra en la nube. Efectivamente, encuentras el sitio web donde hay especificaciones del modelo de zapatos que tienes frente a ti. Te encuentras también con clientes que comentan sobre este producto. Lees la satisfacción de muchas personas, pero también ves que la empresa ha solucionado diligentemente algunas dificultades que se presentaron con otras no tan satisfechas. Te complace lo que encuentras y tomas la decisión. Entras a la tienda y compras los zapatos. Todo esto porque, en el momento cero de la verdad, cuando el cliente navegó en las olas digitales de Internet, se encontró con una empresa dispuesta a informar a sus clientes de manera adecuada y completa. Fue una empresa que supo ganar el momento cero de la verdad, el momento en que un cliente dijo «dame más información, dámela aquí y ahora».

Para ganar el momento cero de la verdad tu empresa debe estar disponible, con información clara, precisa y acaso novedosa, cuando un cliente quiere preguntar en Internet «¿qué tienes para mí?».

Mipymes: micro, pequeña y mediana empresa. ¿Atraer nuevos clientes? ¿Estrechar la relación con los clientes que te conocen? Los productos o los servicios, por sí solos, pocas veces garantizan esto; ellos necesitan un complemento. Y el truco está —ya no es un secreto— en la comunicación. Lo que ofreces es importante, muy importante, pero ¿cómo lo ofreces? ¿Cómo llevas tu empresa al público? ¿Cuáles son tus medios? Acá hablaremos de una opción —aunque no lo creas— al alcance de todos: las aplicaciones móviles.

Las aplicaciones móviles son un mecanismo vivo de comunicación para mipymes.

Podemos decirlo así: en el contexto empresarial, las aplicaciones móviles son un mecanismo vivo de comunicación. Hoy, por ejemplo, el restaurante de Eugenio decidió ofrecer su bandeja paisa, tan apetecida, a un precio especial. Eugenio desarrolló una aplicación móvil a un bajo costo mensual y, por eso, la noticia llegó directamente a las manos de sus clientes. María, fanática de esa bandeja, recibió esta información en su celular y recordó que Pedro, su hermano, es un enamorado de los fríjoles. Dos o tres toques con su dedo índice y la noticia ya estaba en manos de Pedro... aunque Pedro no tuviera la aplicación móvil. ¡Eso no importa!, tenía a su hermana María, siempre enviándole buenas noticias a través de su celular. La información fluyó, gracias a la aplicación móvil, de manera viva entre los usuarios, llegó directamente a sus manos y, así, Eugenio ganó un nuevo cliente para su pequeña empresa.

Con una aplicación móvil, tu empresa puede ir más allá de la comunicación y ofrecer servicios adicionales a sus clientes.

Vimos el flujo vivo de la comunicación a través de las aplicaciones para dispositivos móviles. Pero el poder de las aplicaciones móviles va más allá de eso. Pedro se enteró, a través de la aplicación móvil del restaurante de Eugenio, de otro especial de bandeja paisa. Era, entonces, el momento para ir con sus amigos, pero sabía que iba a ser difícil conseguir mesa ese día. Viendo, pues, la oferta en su celular, usó la misma aplicación móvil para hacer su reserva. Esta aplicación para restaurantes no sólo es un mecanismo de comunicación sino que permite hacer cosas como, por ejemplo, hacer reservas.

La aplicación móvil de esta pequeña empresa ofrece, pues, un valor adicional para sus clientes, en consecuencia, estrecha la relación. La inversión que hizo Eugenio no terminó en el papel periódico que envuelve a las verduras. De ninguna manera. La aplicación móvil, además de publicitar, puede también ofrecer un servicio adicional a los clientes.

¿Quieres obtener tu propia aplicación móvil?

Aplicaciones móviles, una novedosa ventana hacia el mundo que va contigo y que puedes abrir en la palma de tu mano. Como la adivinación en bola de cristal, una aplicación móvil puede decirte dónde está tu carro, revelarte el nombre de las estrellas que estás viendo en el cielo o ver y hablar con los seres queridos que están lejos. Pero también son más que eso. Las aplicaciones móviles hacen cosas: te recomiendan restaurantes cercanos para visitar, dan toques profesionales a tus fotografías, recuerdan tus citas y hasta te ayudan a manejar tus cuentas bancarias. Eso y mucho más.

Aplicaciones móviles, ¿qué son?

Con las aplicaciones móviles tu teléfono inteligente o tu tablet se convierten en algo mejor que una navaja suiza; un teléfono con aplicaciones es un banco inagotable de versátiles herramientas que llevas contigo a cualquier lugar. Las aplicaciones móviles son pequeños programas de computación que realizan tareas en tus dispositivos portátiles. Están diseñadas para satisfacer las necesidades de los usuarios, por eso se especializan en distintos tipos de actividad. Hay aplicaciones móviles para trabajar con documentos, otras reproducen contenido multimedia, como canciones y videos, algunas traen a tus manos funciones específicas de Internet, como los correos electrónicos, las redes sociales o los lectores de noticias, y otras simplemente son juegos. Las posibilidades son virtualmente inagotables.

Las nuevas tecnologías para la comunicación se han enfocado en el desarrollo de instrumentos que sirvan para diferentes propósitos. Es por eso que un sólo dispositivo, que antes sólo hacía y recibía llamadas, ahora cuenta con una conexión a Internet, tiene el mecanismo de una cámara fotográfica y de video y, además, es un sistema de posicionamiento global o GPS. Las aplicaciones móviles se sirven de estas posibilidades de imagen, sonido, Internet y localización global para satisfacer necesidades específicas. Así es como puedes ver y hablar con parientes en tierras lejanas o saber cómo llegar hasta tu hotel.

¿Cómo se adquieren las aplicaciones móviles?

Para acceder a los beneficios de las aplicaciones móviles basta un dispositivo portátil como un teléfono inteligente (smartphone) o una tablet. Estos dispositivos trabajan bajo sistemas operativos como Android o iOS de Apple, para los cuales hay desarrolladas miles y miles de aplicaciones. Las aplicaciones móviles se conocen en inglés como mobile apps o, simplemente, apps y se distribuyen, curiosamente, a través de una aplicación que viene preinstalada en cada dispositivo. Así, por ejemplo, Google Play es la aplicación a través de la cual adquieres apps para tu dispositivo Android y App Store es la aplicación que te permite acceder a la tienda de aplicaciones de Apple.

Navegar en el mundo de las aplicaciones móviles es descubrir un universo de posibilidades. Sea cual sea tu necesidad o capricho, siempre habrá una variedad de aplicaciones móviles diseñadas para ti.